Un
joven escultor presentó recientemente un monumento al niño no nacido,
que permite ver el dolor y el arrepentimiento de las madres que se
someten a un aborto, y el perdón del nuevo ser a quien no se le permitió
vivir.
La
escultura del joven escultor eslovaco Martin Hudáčeka fue presentada el
pasado 28 de octubre en Eslovaquia. La idea de la obra surgió de un
grupo de mujeres jóvenes madres que conscientes del valor de la vida y
del inmenso daño que ocasiona el aborto.
Forum
Libertas en España cita a Carmen Bellver, que en su blog titulado
"Diálogo sin fronteras" en Periodista Digital afirma que el niño de la
escultura "parece esculpido en cristal, mientras se arrodilla a su lado
una madre arrepentida que se representa en piedra".
"Materiales
por sí mismos bastante metafóricos. A su vez el niño levanta la mano
sobre la cabeza inclinada de su madre, en un gesto de amor filial",
añade.
A la inauguración de la obra acudió el ministro de Salud de Eslovaquia.
Para
Bellver, hablar del aborto en un país como Eslovaquia con un promedio
de natalidad de 1,33 hijos por mujer," es bastante representativo de
cómo algunos países han caído en la cuenta del invierno demográfico que
les golpeará en apenas dos décadas".
La
foto del monumento al no nacido ha sido ampliamente divulgada a través
de las redes sociales como Facebook, en donde los que defienden la vida
la promueven para concientizar a las personas sobre este derecho
inherente a todos, desde la concepción hasta la muerte natural.
El aborto provocado es la eliminación o asesinato de un ser humano dentro del vientre de la madre.
La
doctrina católica y la ley natural coinciden en que nunca tiene
justificación pues nadie tiene derecho a decidir sobre la vida de otra
persona, menos la de los más débiles e inocentes; los no nacidos
Fuente: http://noticiascatolicasrv.blogspot.com/
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